La Fundación Fernando Fueyo Laneri lamenta el fallecimiento de don Alejandro Guzmán Brito. Sus labores como integrante del Directorio y como miembro del Comité Editorial de la Revista Chilena de Derecho Privado, tuvieron un valor inconmensurable para las actividades de sus investigadores, investigadoras y personal administrativo.Guzmán Brito, fue profesor de derecho romano y estudioso también de otras disciplinas, como historia del derecho, interpretación, filosofía y un incansable exponente en las jornadas de derecho civil –materia que no le era para nada ajena–, en las cuales, año tras año, levantaba la mano para criticar, observar, increpar o de manera extensa dar su propia visión del problema jurídico expuesto.
Uno de los profesores con más fama internacional en Chile. Recorrió toda Latinoamérica y Europa como expositor de sus trabajos en derecho romano, en innumerables congresos y tribunales de tesis.
Un hombre formal, conservador, circunspecto y cuidadoso con el lenguaje, sarcástico y que con ninguna cautela expresaba lo que pensaba sin contemplación. Poco le importaba la popularidad, ni menos la adhesión sobre sus posiciones, no pocas veces, controvertidas y minoritarias. Deja atrás una obra valiosa, estudiada acá y en todas partes.
No hay duda de su generosidad con sus conocimientos, de lo cual pueden dar cuenta profesores y estudiantes que pudieron disfrutar de su enseñanza en su casa, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y en su segundo hogar, la Universidad de Chile. Siempre dispuesto a contestar una pregunta, alrededor de una buena comida, buen vino o un trago largo, antes que hace ya algunos años iniciara la abstinencia y fuere más vigilante con la ingesta. Su casa siempre abierta para el after luego de un congreso, en que circulaban delicatesen sin parar en un ambiente recargado en objetos, cristales y alfombras. Como olvidar aquella oportunidad en que se cantaron tangos hasta la madrugada.
Un miembro del Directorio de la Fundación Fernando Fueyo Laneri desde su nacimiento. Siempre puntual, se daba el tiempo para conversar unos minutos para comentar la actualidad y uno que otro chisme de la academia. Su aporte es incalculable. Un erudito de las ciencias del derecho.
Quienes trabajamos en la Fundación Fernando Fueyo Laneri, agradecemos su trabajo y su generosidad académica e intelectual, así como la gestión que realizó en esta sede, cuyo legado nos seguirá acompañando, tal como ha sido hasta ahora.